Traducción de Manuel Talens |
"Las grandes compañías se enriquecen, los GI mueren"
Es de señalar que al fondo se ve a dos manifestantes a favor de la guerra con pancartas contra el doctor Benjamin Spock, un pediatra muy famoso por su libro El libro del sentido del común del cuidado de bebés y niños . Spock no era un revolucionario, sólo un burgués pacifista que criticaba la intervención militar. En aquellas manifestaciones contra la guerra de Vietnam siempre aparecían miembros de un movimiento guerrerista de derechas, de corte fascista y anticomunista, que trataba de reventarlas sin conseguirlo nunca.
Manifestantes estudiantiles con una pancarta del sindicato American Servicemen's Union (Foto de Leo Theinert, University of Wisconsin Digital Collections)
Los veteranos desengañados de la guerra, que regresaban a USA en 1967 y 1968 después de un año en Vietnam, compartieron sus experiencias con los nuevos reclutas y muchos de éstos se volvieron antimilitaristas. A principios de 1968, la mayoría de los GI se consideraban a sí mismos en los antípodas de los militares profesionales. Muchos se identificaban con los jóvenes rebeldes civiles, detestaban el ejército, odiaban a sus oficiales y no querían saber nada de la guerra en Vietnam. Los GI negros se identificaban con el movimiento a favor de los derechos civiles, a veces con los Panteras Negras y, en algunos casos, con la guerrilla vietnamita.
Desde 1967 hasta 1971 yo fui activista civil del sindicato American Servicemen’s Union y director de circulación de su periódico mensual, The Bond. A finales de 1967 sólo un puñado de GI nos leían, pero cinco meses después, en mayo de 1968, las suscripciones se habían disparado hasta 3.000. En agosto de 1968, y de nuevo en octubre de ese año, estuve en Killeen y en Fort Hood (Texas) con otros miembros del sindicato para prestar nuestra ayuda a la defensa legal y política de los GI negros conocidos como “los de Fort Hood 43”. Estos soldados se habían negado a ir a Chicago durante la Convención Nacional del Partido Demócrata en agosto, ya que no querían que los utilizaran contra la comunidad afro-usamericana: en 1967 y después del asesinato de Martin Luther King en abril de 1968, hubo cientos de rebeliones de ciudadanos negros en el país, a veces reprimidas con tropas del ejército.
Manifestantes estudiantiles contra el servicio militar obligatorio (Foto de Gary Schultz, University of Wisconsin Digital Collections)
El Pentágono se vio obligado a adaptarse a la experiencia de Vietnam poniendo fin al servicio militar obligatorio y profesionalizando el ejército. También “externalizó” con mercenarios algunas de sus operaciones logísticas. Las nuevas tecnologías, como los aviones no tripulados (drones), han retirado a las tropas de la línea de fuego. Estas nuevas condiciones hacen que el papel del millón de soldados actuales –y la posibilidad de organizarlos– necesiten una nueva orientación.
Pero volvamos al uso de las palabras: en retrospectiva, por respeto al resto del continente americano, cuando hacíamos referencia al sindicato American Servicemen’s Union no deberíamos haber utilizado el término American para referirnos al imperialismo de USA [2]. En cuanto a Servicemen (literalmente, “soldados varones”), también es incorrecto, ya que en realidad hay muchas mujeres en el ejército. Llamémoslo simplemente Sindicato de GI.Notas
[1] Up Against the Brass – The amazing story of the fight to unionize the United States Army, by Andy Stapp, Simon and Schuster, 1970.
[2] “A mérica ” y “ americano ” , utilizados para describir al país Estados Unidos de América y a sus habitantes, son un verdadero fraude semántico. Véase El dios americano de las palabras [NdelT]
Fuente: http://www.tlaxcala-int.org/article.asp?reference=6654