 
		En este artículo el autor sostiene que un cuarto mandato de Lula debería tener como objetivos eliminar la posición dominante del capital especulativo; llevar a Brasil una nueva fase posneoliberal que permita retomar el crecimiento económico a niveles más altos y expandir aún más el empleo; promover la transformación democrática del Estado brasileño; y, por último, erradicar el analfabetismo de Brasil.
 
		 
		 
		 
		 
		 
			 
			