El genocidio que Israel comete está siendo impulsado por Microsoft. Desde la creación de una red digital masiva, la ayuda en la producción de listas de asesinatos generadas por IA, la contratación de cientos de espías israelíes para dirigir sus asuntos internos y la supresión de figuras que se oponen a la masacre, la corporación tecnológica con sede en Seattle ha desempeñado un papel clave en la violencia.